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Influenza Porcina
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Influenza Porcina (Gripe Porcina)
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Prevención de la Influenza Porcina
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Swine Influenza (Swine Flu)
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Interim Guidance for Swine influenza A (H1N1):
Taking Care of a Sick Person in Your Home
DESCRIPCION DE LA ENFERMEDAD
La influenza es una enfermedad viral altamente contagiosa. El virus de la influenza A se aisló en 1933 y el B en 1936, esto permitió la caracterización y desarrollo de vacunas inactivadas.
Desde 1510 se han reportado epidemias. Se calcula que en la pandemia de 1918-1919 se produjeron 2 millones de muertes en todo el mundo.
ETIOLOGIA
Agente causal: El virus de la influenza es un virus ARN de una sola hebra, es miembro de la familia de los Orthomyxovirus. Hay 3 tipos antigénicos básicos A,B,C, que son determinados por el material nuclear. El virus de la influenza tipo A tiene subtipos determinados por los antígenos de superficie hemaglutinina (H) y neuraminidasa (N). El virus de la influenza A causa enfermedad moderada a grave. Infecta a animales (aves, cerdos) y humanos, afectando a todos los grupos de edad. El virus de influenza B afecta sólo a humanos, causa enfermedad más leve que el tipo A. El virus de influenza C no se ha asociado a epidemias, rara vez causa enfermedad en humanos.
DATOS EPIDEMIOLOGICOS BASICOS
Mecanismo de transmisión: Se transmite de persona a persona por contacto directo a través de secreciones respiratorias producidas por toser o estornudar, o a través de artículos contaminados recientemente.
Periodo de incubación: Usualmente es de dos días, pero puede variar de 1 a 5 días.
Periodo de transmisión: El paciente es infectante 24-48 horas antes del inicio de los síntomas hasta 4-5 días de la enfermedad, puede ser más largo en niños pequeños e inmunocomprometidos. No existe estado de portador.
Fuente de infección: Secreciones respiratorias de personas infectadas.
Susceptibilidad y resistencia: Es universal y tipo específica.
MANIFESTACIONES CLINICAS:
La gravedad de la enfermedad dependerá de la experiencia inmunológica previa, aproximadamente 50% de las personas infectadas desarrollará los síntomas clásicos de influenza.
La influenza clásica se caracteriza por fiebre de inicio súbito, con escalofrios, cefalea, malestar general, mialgias difusas y tos seca. Posteriormente signos respiratorios consistentes en dolor de garganta, congestión nasal y tos intensa. Puede haber infección y dolor conjuntival, dolor abdominal, nauseas y vómitos. En niños pequeños puede producir un cuadro séptico, crup o neumonía. Los síntomas sistémicos y la fiebre duran de 2 a 3 días, rara vez más de 5. No debe utilizarse aspirina en niños o adolescentes por el riesgo de desarrollar síndrome de Reye.
Las complicaciones más frecuentes son la neumonía bacteriana secundaria, o viral primaria por virus de influenza, síndrome de Reye, miocarditis, agravamiento de la bronquitis crónica o de otras enfermedades pulmonares crónicas. La mortalidad reportada en EUA es de 0.5-1 por 1000 casos. La mayoría de las muertes se observan en personas mayores de 65 años.
DIAGNOSTICO:
El diagnóstico de influenza se sospecha con base en los hallazgos clínicos. El diagnóstico específico se basa en el cultivo viral de secreciones nasofaringeas obtenido dentro de los 3 días de iniciada la enfermedad, o por detección de anticuerpos séricos específicos.
PREVENCION Y CONTROL:
No existe tratamiento específico para la influenza, deberán aplicarse medidas preventivas generales contra las infecciones respiratorias agudas, que consisten en: ofrecer líquidos abundantes, aumentar el consumo de frutas de color amarillo o anaranjado que son ricas en vitamina "A" y "C", en niños pequeños no suspender la lactancia materna, evitar contacto con personas enfermas, lugares concurridos, así como cambios bruscos de temperatura, tabaquismo y exposición a contaminantes dentro de la casa, por mencionar algunos.
En el paciente con influenza deberán proporcionarse líquidos abundantes, mantener libre de secreciones las vías respiratorias (aseos nasales con agua de sal tibia), insistir en la alimentación habitual, control de la fiebre por medios físicos, evitando la automedicación y el consumo de salicilatos por el riesgo de síndrome de Reye. Hacer énfasis en la identificación oportuna de signos de alarma de neumonía (Manual de IRA).
viernes, 19 de junio de 2009
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